miércoles, 16 de noviembre de 2011

Cinco Grados Libro 1- Cinco Ángeles (historia alternativa a la saga CDS) por: sofi

Primera Parte
Cesa la Luz

Prefacio
    James Blade salió disparado por los aires, a gran distancia del suelo, y se estrelló con la pared lateral del pequeño bar.
    La mayoría de los hombres lobo se  habían vuelto para observar la pelea; y otros pocos sentados en las mesillas recicladas, seguían absortos en alguna conversación.
    James se puso en pie de un movimiento velóz y poderoso y posó su mirada divertida en los ojos sombríos y atemorizados del hombre lobo frente a él. El muchacho se mantuvo inmóvil y, a pesar de las miradas y murmullos que recorrían el bar; demasiado entretenido. Le gustaba provocar a los habitantes del submundo haciendo tonterías, claro. Pero éste se había pasado ya varias veces de la raya.
    -¿Eso fué todo, licántropo?- exclamó con voz provocadora, su mirada mantenía un aire nada jovial de diversión-. ¿Así nada más?¿Crees que te será tan fácil desacerte de mí?  
    El hombre frente a él negó lentamente con la cabeza, impaciente.
    - Calla, néfilim. En primer lugar, has sido tú quien ha venido a por mí- su voz era gruesa y ronca-. No deberías irrumpir de ese modo en los bares subterráneos. Va contra la Ley, ¿no lo sabes?- inquirió, alzando las cejas, mientras caminaba amenazadoramente hacia el cazador de sombras.
    James sonrió. Tenía una mano ligeramente posada en la empuñadura de la daga que escondía en el cinturón. Entre los subterráneos habían cesado los murmullos; algunos se iban y otros se mantenían embobados ante el barullo del licántropo y el cazador.
    - No tengo nada contra el Enclave, lobo. Pero la Ley apesta- James se sacó la daga afilada del cinturón y la empuñó bajo la barbilla del hombre-. Al igual que tú.
    Permanecieron en silencio por casi un minuto, sin más que mirarse fijamente. El licántropo se mantenía firme sobre sus pies y mantenía ambas manos entrelazadas sobre el chaleco de cuero.
    - No tengo nada contra tus amigos- continuó el muchacho, haciendo un ademán con la barbilla hacia los subterráneos del bar-, pero debo decir que ésto de ser un hombre lobo te ha arruinado por completo, hermano- su voz seguía divertido, pero en su rostro llameaba la rabia-. Devuélveme aquello que te has robado.
    El licántropo se estremeció salvajemente. Su respiración se volvió entrecortada y sus manos temblaron como ondas en el agua.
    -Te equivocas, James- dijo entre dientes-. Lo he tomado por órden.
    Y con un estrepitoso rugido, el hombre lobo encogió su cuerpo en un instantáneo jadeo; de su pecho brotó una bestia peluda y negra, enorme. Mostró los colmillos y se avalanzó de frente agresivamente contra James; quien rió por lo bajo y blandió la daga hacia la feróz bestia, haciendo un limpio corte. El lobo gruñó y saltó hacia adelante, mostrando las garras para arañarlo...
    ... pero el chico ya se encontraba saliendo hacia la oscuridad de la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario